domingo, 9 de marzo de 2014

ESA GENEROSIDAD

Propicios días,

Otro domingo! Madre mía, cómo transcurren de rápido los días...  De nuevo aquí!

Lo que más me gusta de los domingos... bueno, no lo que más, pero si de las cosas que más me gustan,  es levantarme pronto y después de pasear a mi perrilla (sí, tengo una alegre y vivaracha perrita) prepararme el desayuno amorosamente, encender el ordenador (esta fase con mucha paciencia pues mi ordenador es... no diré el adjetivo no sea que se enfade y me deje tirada) y escribiros mientras, lenta y pausadamente, voy desayunando. ¿No me digáis que no suena de maravilla? Os animo ha hacerlo. Dedicaros un tiempo! Por que la generosidad empieza con uno mismo. 

Claro está que debería seguir con los demás. O no? Estoy convencida de que las personas generosas son más longevas. 

- "Mom, ¿en qué estudio científico te basas?"

Éste es mi Pepito Grillo particular, o sea, mi hijo menor que estudia Bioquímica y para quien los átomos son todo: principio y fin. 

Pues bien, no me baso en ningún estudio científico ni no científico. Es la experiencia. Es el observar. Es... el corazón quien me lo dice.

Pararos un momento y pensad en las personas que os rodean. ¿Ya? Bien. 

Ahora hacedles un estudio rápido, muy rápido y pensad en las sensaciones que os transmiten. ¿Ya? Bien. 

¿Cuántos de ellos os han transmitido sensaciones de paz? ¿De tranquilidad?  ¿Ya? Bien. 

Dedicadle ahora un tiempo a estas personas. Pensad en cómo los definirías. ¿Creéis que la generosidad es una de sus virtudes? 

¿Qué os transmiten estos dos pasteles?









¿Tranquilidad? ¿Paz? ¿Serenidad? ¿Generosidad? 

Pues fueron dos tartas de cumpleaños que hice para dos personas que cumplían... ¡79 y 80 años! y sus familiares las definían como unas personas eminentemente generosas. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? 

Recordad la generosidad nos acerca a la felicidad.

Se me olvidaba! Uno era de naranja con crema de merengue suizo de naranja y la otra era de vainilla con ganaché de chocolate con leche con avellanas. 

Y, como cada domingo, os recuerdo : sed felices! 

Como siempre, gracias por estar aquí!

Chorros de besos,




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