Mientras horneo para los míos las delicias de las fiestas de Navidad, voy escuchando a los niños de San Ildefonso "cantar" los números de la lotería de Navidad.
Os contaré un secreto. Nunca juego. Los que me conocen saben que mi suerte no es de las que se ganan "jugando". Mi suerte la llevo a cuestas; las cosas que son buenas para mí, van viniendo poco a poco, en su justa medida y en el momento oportuno.
Por ejemplo. La semana pasada fui con unos amigos a una gala en donde se hacía un sorteo para colaborar con una buena causa. Todos teníamos, más o menos, el mismo número de boletos. A estas alturas, ya os debéis imaginar que le tocó a todos los que estaban conmigo en la mesa menos a mí. Cierto! Mi suerte... todos me dieron alguna cosa porque... : "ten, para tí que no te ha tocado nada!".
Veis cuál es mi suerte? Comprobar que las personas son de por sí generosas; sólo hay que darles una oportunidad para que lo puedan demostrar!
Y, mientras os escribo y sigo escuchando a los niños de San Ildefonso, imagino a esas personas que les ha tocado la lotería y sueño con que, a su vez, sean generosas con aquellos que en estos momentos están tan necesitados.
Me voy a tomar unos días para disfrutar de mi familia y nos encontramos después de Reyes con más fotos, más anécdotas, más sueños, muchas más ideas y nuevos proyectos. Al loro!
Gracias, gracias y gracias por seguirme.
Y...
Chorros de besos,
