Ya ha pasado una semana. Madre mía, ¡cómo vuelan los días! Sin darnos casi cuenta vemos cómo van transcurriendo las estaciones del año con una rapidez increíble. Hasta ahora horneábamos recetas invernales y ahora empezamos a adentrarnos en las recetas veraniegas con sus destellos de sabores y colores, es decir, dejamos aparcados los chocolates, los turrones, las vainillas, las calabazas, los plátanos, ... para empezar a jugar con las fresas, las frambuesas, los chicles, las nubes, los arándanos, etc...
Me gusta! Salimos de la monotonía del invierno para pasar a la creatividad del verano. Y eso... es maravilloso!
Los colores y los sabores los podemos comprar en las tiendas especializadas: unas gotas de esto y una cucharadita de lo otro y listo, ya podemos meterlo en el horno. Esta parte, la tenemos superada todos y todas. Coges la receta, sigues las instrucciones al dedillo y... ZAS... ¡que bueno!
Os propongo dar un paso más y que os adentréis en el mundo de la naturaleza dando un salto a la innovación. Pensemos que nuestra cocina es un laboratorio mágico en donde todo, y cuando digo todo es todo, es posible. Imaginémonos que estamos en una clase de pociones en Howards en donde nosotros podemos crear y conseguir toda una gama de sabores y colores utilizando productos naturales. No hace falta que nos vayamos a ninguna tienda especializada ni que divaguemos por internet; acerquémonos a la frutería más cercana y compremos productos frescos y/o liofilizados.
El primer paso es decidir qué sabor y color te gustaría conseguir o cuál es la próxima receta que vas a hornear.
Os pondré un ejemplo muy fácil y sencillo. Hagamos una receta que lleve un frosting de fresa y cambiemos el colorante y el aroma de fresa por fresas liofilizadas. !Tachán! Ya lo hemos conseguido. Es así de sencillo y así de complicado. Un consejo: si os decidís a probarlo, tamizad las fresas liofilizadas para que las pepitas no se os incrusten en los dientes!!!!
Otro ejemplo. Os gustan los arándanos. Comprarlos naturales, triturarlos hasta conseguir un puré, tamizarlos y ¡tachán! ya lo tenéis.
Probar, probar y probar. Crear, crear y crear. Innovar, innovar e innovar. Haced de vuestra cocina, vuestro espacio. Disfrutar, disfrutar y disfrutar.
Es cierto que me encanta probar y probar texturas nuevas, colores diferentes y sabores raros y a pesar de que no todos funcionan (más de una vez han terminado en la basura), cuando consigo que uno dé la "talla" que busco, os prometo que es delicioso y me hace sentir más que feliz.
" No he fracasado, he encontrado 10.000 maneras en las que esto no funciona". Thomas Edison.
Con todo esto no quiero que creáis que estoy en contra de los aromas y los extractos. Ni mucho menos. También los utilizo y, aunque recurro muy poco a ellos, considero que a veces son necesarios.
Como siempre... gracias por estar aquí.
Chorros de besos
1 comentario:
A ver cuando podemos probar esas maravillas eh??? Que por aqui nos tienes con los dientes largos pero probar nada!! Un beso!
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