domingo, 27 de octubre de 2013

CORAZÓN , CORAZÓN...

Propicios días,

¿Habéis sufrido alguna vez  "la rebelión de las máquinas"? Es en esos momentos en los que te das cuenta de lo dependientes que somos de lo que llamamos: la tecnología. Ese ciberespacio que nos controla, nos dirige y nos hace que seamos nosotros los que nos convirtamos en robots. 

Por qué os cuento esto... pues porque esta semana ha sido mi día a día; cada día ha ido cayendo una máquina  para acabar con la traca final: el móvil. Nosotros que nos creemos independientes y libres, no lo somos en absoluto.  No os contaré el sentimiento que me iba invadiendo a medida que iban desafiándome una a una hasta llegar al móvil; en ese momento, chillé... !

La cuestión es que si las fotos que he ido enseñándoos dejaban mucho que desear (os prometo que pediré a los Reyes Magos una máquina de hacer fotos. Oh, no, otra máquina!), las fotos de esta tarta os demostrará que se pueden hacer fotos incluso peores de lo que nos imaginamos cuando esas máquinas deciden ponerse en huelga. Imaginaros si no pudierais cambiar la marcha del coche, no pudieras utilizar un metro, ni aspirar el salón en donde acabas de celebrar una fiesta, o si no pudieras escoger el tamaño de letra, color, fondo, recortar, guardar y pegar y todas esas maravillas que con un solo dedo somos capaces de hacer... 

Y es en ese momento en el que aparece el "alma caritativa" que siempre se encuentra escondida y aparece en el momento menos oportuno y en el lugar más molesto:

- "¿Habrás hecho una copia de seguridad  en la nube, no?

Levantas la mirada, la miras directamente a los ojos y con un desparpajo que ni tú misma te crees, le contestas:

- "¿Lo dudas?"

Tú si lo dudas. ¿Qué nube? ¿Qué copia de seguridad?... Sólo sabes que no tienes direcciones,  teléfonos, (que mal, pero te tranquilizas pensando que pronto volverás a tenerlos); tampoco puedes mirar los correos electrónicos, twitter, facebook... (eso empieza a doler pero podrás superarlo)..., whatsapp (no, eso no; aquí te duele profundamente el corazón). En este momento empiezas a sentir que estás aislado; que la sociedad va a empezar a ignorarte... Os dais cuenta?

La huelga que más tenemos que temer es la de las máquinas. Hoy por hoy, son las únicas que pueden mejorar o empeorar nuestra existencia. Y sino, probarlo... es una experiencia difícil de compartir; hay que vivirlo! 

Os voy a hablar de la tarta de esta semana... Una de mis mejores amigas ha regalado su corazón a su hermana a la cual acaban de operar del corazón. ¿Cómo? Mirad el resultado.


Es una de las tartas más especiales que he hecho... y la foto más fea que me ha quedado... justamente por la rebelión de las máquinas

Todos los pasteles los elaboro con el mismo cariño y pongo la misma intensidad en su diseño y creación pero ésta era especialmente significativa. ¿Por qué? Os puedo decir que era la manera en que una amiga mía quería decirle a su hermana que la quería tanto que era capaz de ofrecerle su propio corazón. Hasta aquí os puedo contar!



La tarta era un bizcocho suave y esponjoso al licor de mandarina y ganaché de chocolate con leche. Bien borracho!

Recordad que, tal como os prometí, me podéis seguir en twitter, facebook y pinterest clicando en la parte superior derecha de esta página... 

Sed felices! Que no os puedan las máquinas!

Como siempre... gracias por estar aquí!

Chorros de besos






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