Un domingo cualquiera a una hora intempestiva de la mañana y...
- Mom, me podrías preparar una pastel para dentro de dos horas?
Cielos.... horror... he odio mal? Dos horas. Pero ése, en realidad, es el menor de tus problemas.
Nunca os ha pasado que empieza a llover y, automáticamente, haces una revisión de tu casa? La colada tendida? Alguna ventana abierta? Los niños llevan alguna prenda apropiada en la mochila? Tienes algún paraguas a mano?
Bien, pues cuando un hijo te pide un pastel express una mañana de domingo, automáticamente, haces el mismo repaso que cuando llueve pero, esta vez, sobre los ingredientes que tienes en la cocina.
Es por eso que hoy, hablaremos de los ingredientes imprescindibles que debes tener en la cocina para que tu hijo, cuando le des la tarta que has conseguido hornear, te vea como a la heroína de sus sueños.
Siempre hay que tener:
1) Levadura : lo más seguro es que ninguna de tus vecinas tenga en su despensa y no entenderán la cara de horror que pondrás cuando te lo digan;
2) Harina : lo mismo que lo anterior aunque es posible que el porcentaje de las que tengan sea superior a las que no. No te arriesgues!
Es conveniente tener, más que nada para que tu vecindario no piense que te aprovechas de su amabilidad:
1) Azúcar
2) Huevos
3) Mantequilla
4) Leche
Y con esto, imaginación al poder!
Queréis saber cómo me las apañé? Hice la revisión mental de mi despensa. Fantástico: tenía para un bizcocho pero... que penita! Aunque soy de las de "menos es más", esta vez me iba a pasar de "menos". Había leído en el libro de Alma Obregón una receta que llevaba Coca-Cola y... se me hizo la luz! Puse a calentar el horno, preparé todos los ingredientes, deshice la Coca-Cola con la mantequilla y llené el molde con la masa. Listo! Al horno!
Pensaréis que ya está. Pues no. Me parecía poco. Cómo podría decorarlo un poco? Me había quedado sin fondant. No tenía suficientes ingredientes para un ganaché. No me daba para hacer una buttercream... La cosa estaba un poco complicada! Por ser generosa conmigo misma. Añadamos que el bizcocho que salió del horno tampoco fue uno de los mejores que he horneado. Y, aún así, no me di por vencida y vi una oportunidad en el pequeño desastre.
Cómo lo véis?Lo que podría haber sido una enorme rotura en el bizcocho, se convirtió en una enorme sonrisa de bolitas de chocolate; el hueco de mi dedo al desmoldearlo, en una atractiva nariz y las velas que no hice servir en la tarta de cumpleaños de mi ahijado, en unos ojos estrellados y divertidos...
Y lo mejor de todo, al amigo de mi hijo le encantó!!!!! Siempre hay una solución aunque, a primera vista, nos parezca imposible.
Acordaos de los IMPRESCINDIBLES en vuestra despensa para que el desastre no sea mayor.
Por cierto... todavía no habéis resuelto la adivinanza? Una amiga mía, brillante donde las haya, ya la ha resuelto! Que tal si vais dejando vuestras respuestas en los comentarios.
Y como siempre... gracias por estar aquí.
Chorros de besos.
